Las tierras alrededor de Rotorua, en Nueva Zelanda, albergan una zona de alta actividad geotérmica. Allí podemos disfrutar de la belleza de fenómenos poco frecuentes, como géiseres, aguas termales y lagos increíbles, que desparraman una amplia gama de colores surgidos de las entrañas de la Tierra.
En este artículo vamos a cubrir seis áreas de nombres evocadores, como el Valle Escondido, la Puerta del Infierno y los Cráteres de la Luna. Wai-O-Tapu, Waimangu y Whakarewarewa completan el recorrido (hay el mapa de la ruta al final de este post).
Wai-O-Tapu cuenta con una de las atracciones más excepcionales del mundo: La Champagne Pool.
Imagen de Macronix
La temperatura en la superficie de la Champagne Pool es de alrededor de 75° C.
Los colores se forman dependiendo de la composición mineral del suelo.
En realidad, Lady Knox entra en acción gracias a la estimulación manual, tirándole una pastilla de jabón. Ésta reacción fue descubierta a principios del siglo XX, cuando unos prisioneros lo utilizaron para lavar la ropa.
¡Ahí va, que chorrazo!
La superficie de esta área apodada 'sartén de freír', es muy frágil. De sus aberturas emanan gases tóxicos, y nuevos gujeros pueden crearse si un turista imprudente va y la pisa.
Carretera y manta: conducir por la carretera del explorador termal, como la llaman, es un no parar de paisajes impresionantes.
Para llegar a Orakei Korako (también conocido como El Valle Escondido), hay que cruzar el río Waikato, cuyas aguas se elevaron artificialmente en 1961 para montar una hidroeléctrica, sepultando dos tercios de la zona geotérmica y algunos de los mayores géiseres del mundo. Estupendo.
Había un cartelito que ponía "Mapa de África" junto a este charco.
Las algas de agua caliente que viven aquí se han adaptado a sobrevivir a temperaturas de entre 35 y 59 °C.
Una mirada de cerca pone aún más de relieve la extraña apariencia de estas exóticas plantas.
Otra charca encantada.
Los Cráteres de la Luna (Craters of the Moon), cubiertos de vapor, deleitan a sus visitantes con un ambiente maloliente.
Imagen de Andrew Parnell
Diría que la Puerta del Infierno (Hell's Gate) podría pasar más bien como la del paraíso.
Imagen de Colincookman
Waimangu es, junto con Wai-O-Tapu y Orakei Korako, el tercero de los grandes parques que no hay que perderse.
Imagen de Birger Hoppe
Waimangu se encuentra cerca de donde las Terrazas Rosas y Blancas, consideradas entonces como la Octava Maravilla del Mundo, fueron destruidas por una violenta erupción volcánica en 1886.
Imagen cortesía de Alexander Turnbull Library
Waimangu era el nombre de un géiser que estalló entre 1900 y 1904, alcanzando la (casi) estratosférica altura de 460 metros, la mayor jamás registrada. Entre sus hazañas también se cuenta haber matado a cuatro turistas pioneros, debido a una explosión repentina. Imagen cortesía de Alexander Turnbull Library
Estamos de vuelta en el siglo XXI para admirar el Cráter del Infierno, a la luz de la técnica HDR.
Imagen de LostManProject.com
Más encuentros extraños: un huevo de alien vacio, como si la criatura ya hubiera saltado a la cara de algún incauto.
Imagen de Light and Magic Photography
Imagen de Gouldy99
Los mini-géisers salpican la terraza conocida como el nido de los pájaros (Bird's Nest).
Imagen de Gouldy99
Imagen de Alan Vernon
CORTESIA: ATLASWONDERS.COM
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