viernes, 12 de septiembre de 2014

Tolar Grande, Paisaje de Otro Planeta en La Argentina...!

Suele pasar que redescubrimos un sitio que tiene todos los parámetros para coronarse en la lista de paisajes que en cualquier foto se ve un tanto irreal.

 Hablamos de un paraje apenas habitado, con un pueblo con casas de adobe en un paisaje que promedia los 4.000 metros de altura, con colores, formas y texturas que bien podrían hacer de escenografía de un paisaje del planeta marte.
 

De hecho, los propios visitantes que llegan al lugar, no dudan en describir la experiencia como un viaje a un paisaje “de otro planeta”. Entre las zonas áridas y desprovistas de la puna, apenas algunos poblados sobreviven en medio del silencio, entre ellos, el pueblo de Tolar Grande en Salta, Argentina
 






Tolar Grande es un destino recluido, aislado y poco visitado de Argentina, y un paisaje que a cualquiera dejaría sin aliento:
 



Cerca de Tolar Grande, en la provincia de Salta, se encontraron hace pocos años en los llamados ojos de mar (lagunas saladas y profundas en altura) algunas de las colonias de bacterias más sorprendentes del mundo, a su vez, uno de los indicios de vida más antiguos de la Tierra.
 



Los ojos de mar, parecen un milagro en medio de tanta desolación árida. Son estanques en color turquesa que parecen inverosímiles, aún dentro de un paisaje inverosímil como el de la Puna. 
 
Aunque apenas lo sospechamos, la vida está presente desde hace miles de años no muy lejos de la superficie con los estromatolitos.
 



El clima, como en todo el altiplano, presenta temperaturas con variaciones pronunciadas, por lo que es de imaginar que adaptarse no es tarea fácil. 
 
La vegetación, se va ausentando a medida que ascendemos en altura, aunque con suerte, divisaremos ejemplares de flamencos, vicuñas, llamas, zorros o guanacos, que deambulan en un territorio completamente salvaje y apenas intervenido.
 



Llegar a Tolar Grande requiere de tiempo y paciencia, porque no hay caminos rápidos ni facilidades para desplazarse. Se encuentra a 387 kilómetros de la ciudad de Salta, la capital provincial, y sólo se llega por tierra luego de atravesar caminos que a veces no están en las mejores condiciones. 

Sin embargo, es el propio aislamiento uno de los puntos fuertes del lugar, sobre todo para conservar intacto un paisaje magnífico y difícil de catalogar.

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