martes, 24 de junio de 2014

Castillo de Bodiam, Testigo de lo Que Nunca Sucedió





Es una fortaleza cuadrangular localizada cerca de Robertsbridge, en East Sussex, Inglaterra. Se dice que es un ejemplo perfecto de los últimos castillos medievales con foso.




Fue construido en 1385 por Sir Edward Dallyngrigge, un antiguo caballero de Eduardo III, supuestamente a petición de Ricardo II, a fin de defender los alrededores de la invasión francesa. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que el castillo fue construido para aparentar, en vez de ser construido como una defensa eficaz. Hay pruebas que apoyan a la investigación, como que las paredes del castillo son de poco grosor.


El castillo está rodeado por un foso alimentado de manantiales. El castillo en sí es de planta rectangular, siendo más largo en los lados sur y norte, y tiene grandes torres circulares en todas las esquinas, y una torre cuadrada para defender el centro de cada lado. Las estancias del castillo se encuentran en una de las torres esquineras y la capilla en otra.
El castillo es un ejemplo típico de los castillos medievales más tardíos, ya que gran parte de la atención se fijó en cómodas viviendas, y como tal su valor como una fortaleza militar ha estado en duda. Aunque el foso es una buena barrera, las murallas del castillo no son muy gruesas.
En el momento de su construcción, Inglaterra y Francia estaban luchando en la Guerra de los Cien Años, desde 1337. La costa sur de Inglaterra, donde el castillo iba a ser construido, fue una constante amenaza debido a la posible invasión francesa. El castillo defendía la parte alta de un río que era navegable en la medida de lo posible en la época medieval, cuando el nivel del mar estaba alto. Sin embargo, dicha invasión no llegó nunca, y Bodiam nunca fue escenario de un asedio medieval.

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